A través de la luz ultravioleta los transeúntes dejaron seducirse por el lente de la fotógrafa, a través de la cual se revelan los rostros de al descubierto de cada uno de ellos y el daño que los rayos solares les han causado en la piel.
De esta manera la controvertida artista puso de manifiesto bajo la luz ultravioleta las manchas de la edad y otros daños producidos por el sol, que de otra manera pasarían desapercibidos bajo la apariencia de un bronceado saludable.
Inspirada por las fotos médicos y sitios web especializados ella decidió crear esta serie de imágenes cuya función era la de "mejorar y revelar defectos". Phillips pidió a los participantes que cierren los ojos, creando un sentido de la paz y la vulnerabilidad. Esta postura deja la cara abierta para cerrar el examen como el sujeto aparece inconsciente de escrutinio del público.
La serie de la fotos resultante, es una respuesta a la meta del retrato tradicional moderno que busca eliminar toda imperfección en el rostro, en favor de una superficie lisa y sin poros. En lugar de ello tratar la fotógrafa dejó salir los "defectos" que distinguen a una de las caras de los otros, estas hecho por el cual estas fotografías tienen características únicas.
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