8 de abril de 2014

Caspa

Las células de la piel mueren y se renuevan regularmente. A medida que crece la piel, las células epidérmicas son empujadas hacia fuera en donde mueren, se secan y caen. La mayoría son tan pequeñas que son prácticamente invisibles. El baño y el uso de cremas  ayudan a su desprendimiento total.

Lo mismo sucede con la piel del cuero cabelludo, pero en ocasiones por diversos factores, el ritmo del cambio de las células es más rápido, lo que no da tiempo a su eliminación y hace que las células muertas se junten formando de forma crónica hojuelas o costras de piel muerta que forman la indeseable caspa, cuyo nombre científico es Pityriasis capiti.

La caspa afecta más o menos a la mitad de la población y se ha comprobado que se produce cuando se combinan tres factores: propensión genética, presencia de cebo en el cuero cabelludo y presencia de los hongos causantes.

La caspa no sólo se presenta en la cabeza,  ya que puede presentarse en otras áreas pilosas de la cara, las cejas, las axilas, las ingles y hasta en los conductos auditivos y se manifiestan como placas descamativas inflamatorias, amarillas y grasosas.

Cuando la caspa se presenta en el cuero cabelludo, es resultado de ciertas condiciones genéticas que favorecen la producción cantidad anormal de costras y este problema se acompaña de enrojecimiento, comezón e irritación del cuero cabelludo.

La causa más frecuente de la caspa, es la presencia del hongo Pityrosporum oval,  que habita tanto en personas sin caspa, como en las que la padecen, (se cree que en cada cuero cabelludo hay alrededor de 10 millones de hongos), cuando crece muy aprisa, se afecta la renovación natural de las células afectadas y produce comezón. También se ha comprobado la existencia del hongo melassezia globossa que está relacionado genéticamente con la levadura y se alimenta de sebo, sustancia grasosa producida por las glándulas sebáceas de la piel.

La caspa también puede ser resultado de otras enfermedades como la psoriasis, la dermatitis seborreica, la micosis o la presencia de piojos, otras bacterias u otros hongos. Otros factores pueden ser alérgicos, genéticos, alimenticios por deficiencia de zinc, por sudoración excesiva, el uso de jabones perfumados y el estrés entre otros.

El clima también es un factor predisponerte de la caspa, el clima frío y seco puede empeorarla.

Entre los síntomas están: la comezón intensa, enrojecimiento del cuero cabelludo y el desprendimiento de diminutas placas blancas (como talco), que hacen que el cabello se vea sucio y en ocasiones caen sobre los hombros y cuello, notándose en la ropa.

Estos síntomas pueden agravarse por la exposición al polvo, a la luz ultravioleta, a ciertos champús y jabones y a los tintes de cabello principalmente.

Dado que la comezón es intensa, las personas que padecen caspa, suelen rascarse fuertemente lo que puede aumentar el riesgo de infecciones, por Streptococos o por Staphylococcus aureus, lo que representa el principal problema de la caspa, independientemente del problema de autoestima y social que representa el tener esta enfermedad.

Es importante mencionar que la caspa común no tiene relación con la pérdida de cabello.

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