El Chelsea aprovechó el batacazo del Manchester City en Anfield y se pone aún más si cabe en la pomada de la Premier League tras una victoria casi agónica en el Liberty Stadium ante un Swansea City AFC que ha estado con diez jugadores desde el minuto 16. Los blues han tenido más dificultades de las deseadas para sacar un partido que se les vino de cara muy pronto. Las ocasiones no llegaban, y las pocas que tenían acababan por línea de fondo. Así hasta que apareció de nuevo Demba Ba para salvar a un Chelsea que necesitaba ganar como agua de mayo para calentar la lucha por la Premier League, y más cuando en dos jornadas los blues visitan Anfield.
El cuero echó a rodar en el Liberty Stadium con un Swansea City AFC sin miedo al reciente semifinalista de la UEFA Champions League. Y es que al cuadro galés no le quedaba otra tras verse asomado por las posiciones de descenso. Un disparo de Wilfried Bony obligó a lucirse a Petr Cech en los primeros compases del match con una manopla en el aire que acabó en saque de esquina. Respiro para un Chelsea FC que necesitaba ganar como agua de mayo para aprovechar el fiasco del Manchester City en Anfield y, con ello, ponerse en la pomada de la Premier League.
Del dominio swan se pasó a su calamidad. Chico, en dos acciones muy parecidas y seguidas, acabó dejando a sus compañeros con un jugador menos tras recibir dos amarillas, la segunda de ellas muy protestada por el Liberty Stadium, pues en un primer momento el colegiado Dowd se la perdonó, pero las protestas de José Mourinho y su consciencia intranquila acabaron con la definitiva y merecida roja del central español. La expulsión, en absoluto, avivó a un Chelsea que parecía que seguía jugando con once futbolistas rivales. La posesión abrumadora blue se convertía en pura anécdota al no llegarle a Michel Vorm gran peligro entre sus tres palos.
José Mourinho, sabedor de que el empate no le valía a su equipo en absoluto, sacó la artillería de su chistera y dio entrada a Samuel Eto'o y a Oscar en busca de ese gol que le diera los anhelados tres puntos. Pero los blues seguían acusando falta de intensidad y kilómetros. En su primer balón Eto'o erró clamorosamente ante Verm en un cuero que se encontró por sorpresa y acabó mandando fuera incomprensiblemente. Acto seguido fue Demba Ba el que fue incapaz de mover el electrónico con otro disparo lejano.
Cuando más atascado se le veía al Chelsea surgió el regalo swan. Los locales se permitieron el lujo de atacar con muchos hombres y una pérdida de ellos propició la contra mortífera blue. Un balón en profundidad de Nemanja Matic hacia Demba Ba acabó en el primero de la tarde. Tras el gol salvador del pasado martes ante el París Saint-Germain, Demba Ba volvió a salvar a su equipo con este tanto trascendental de cara a las aspiraciones visitantes a levantar la anhelada Premier League, de la que están más cerca tras la derrota del City en Anfield.
Del dominio swan se pasó a su calamidad. Chico, en dos acciones muy parecidas y seguidas, acabó dejando a sus compañeros con un jugador menos tras recibir dos amarillas, la segunda de ellas muy protestada por el Liberty Stadium, pues en un primer momento el colegiado Dowd se la perdonó, pero las protestas de José Mourinho y su consciencia intranquila acabaron con la definitiva y merecida roja del central español. La expulsión, en absoluto, avivó a un Chelsea que parecía que seguía jugando con once futbolistas rivales. La posesión abrumadora blue se convertía en pura anécdota al no llegarle a Michel Vorm gran peligro entre sus tres palos.
José Mourinho, sabedor de que el empate no le valía a su equipo en absoluto, sacó la artillería de su chistera y dio entrada a Samuel Eto'o y a Oscar en busca de ese gol que le diera los anhelados tres puntos. Pero los blues seguían acusando falta de intensidad y kilómetros. En su primer balón Eto'o erró clamorosamente ante Verm en un cuero que se encontró por sorpresa y acabó mandando fuera incomprensiblemente. Acto seguido fue Demba Ba el que fue incapaz de mover el electrónico con otro disparo lejano.
Cuando más atascado se le veía al Chelsea surgió el regalo swan. Los locales se permitieron el lujo de atacar con muchos hombres y una pérdida de ellos propició la contra mortífera blue. Un balón en profundidad de Nemanja Matic hacia Demba Ba acabó en el primero de la tarde. Tras el gol salvador del pasado martes ante el París Saint-Germain, Demba Ba volvió a salvar a su equipo con este tanto trascendental de cara a las aspiraciones visitantes a levantar la anhelada Premier League, de la que están más cerca tras la derrota del City en Anfield.
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