2 de abril de 2014

Malos hábitos que debemos dejar de hacer

Uno de los rasgos que nos caracteriza a las mujeres es que siempre intentamos buscar la perfección, ya sea en nuestras relaciones, nuestro trabajo, nuestras experiencias, nuestro físico, etc. y eso es verdaderamente agotador. Debemos aceptar que la perfección no existe, ya que de otro modo acabamos convirtiéndonos en nuestro peor enemigo. Por eso, hay una serie de cosas que deberíamos dejar de hacer cuanto antes por nuestro bien.


1. Criticar nuestro físico
En ese afán por buscar la perfección, nos convertimos en las peores jueces con nosotras mismas, y acabamos por exigirnos siempre el máximo. Por eso si un día hemos dormido mal y tenemos ojeras, nos ha salido un granito o el pelo no nos queda como queremos debemos dejar de pensar y decir que estamos horribles. Somos unas exageradas y esa es solo nuestra percepción, el resto del mundo nos ve maravillosas.

2. Sentir que la comida es nuestro peor enemigo
Tenemos que dejar de sentirnos culpables si un día nos comemos un buen plato de pasta o nos apetece un helado. Dado que a las mujeres parece que lo que más debe preocuparnos es nuestro aspecto, cuando comemos, normalmente, solemos estar pensando en las calorías que tiene lo que vamos a ingerir, en cuánto ejercicio vamos a tener que hacer para quemarlo o en lo que vamos a engordar si nos lo comemos. Sí que es cierto que debemos ser conscientes de lo que metemos en nuestro cuerpo, pero más que sentirnos culpables si un día nos damos un capricho, debemos disfrutar de la comida. Al fin y al cabo es uno de los placeres de la vida.

3. Desetiquetarnos de todas las fotos de Facebook en las que nos disgusta nuestra apariencia
En teoría, nuestros amigos de Facebook son los mismos que nuestros amigos en la vida real, entonces por qué siempre nos desetiquetamos de las fotos en las que salimos con una cara rara, los ojos cerrados o de aquellas en las que nuestra pose no resulta de lo más favorecedora. Nuestros amigos ya nos conocen, saben cómo somos en realidad, entonces ¿por qué preocuparnos?

4. Pedir perdón todo el tiempo
Obviamente no somos tan orgullosas como los hombres y no nos cuesta, normalmente, pedir perdón cuando creemos que hemos cometido un error. Pero decir “lo siento” continuamente porque un fin de semana no te apetece salir, o porque te ha surgido un imprevisto y no puedes acudir a una cita o por contarle a una amiga nuestras preocupaciones o nuestros problemas, realmente puede llegar a cansar. No te disculpes por hacer lo que tú quieres.

5. Tener miedo a estar solas
Tenemos que dejar de preocuparnos porque no encontramos pareja. No podemos planear cuándo va a aparecer la persona con la que acabemos pasando toda nuestra vida, ni tampoco si ese momento va a llegar, pero tampoco podemos vivir obsesionadas con ello. Lo que sí podemos hacer es salir y conocer gente, y sobre todo estar a gusto estando solas.

6. Decir que “sí” a todo y estar siempre disponibles para todo el mundo
Parece que nos cueste decir que no. ¿Puedes ayudarme con este informe?, ¿me explicas este ejercicio?, ¿me dejas tus apuntes? Somos incapaces de negarnos a prestar nuestra ayuda, aunque en nuestro interior sepamos que igual esa persona no se lo merece, y que en verdad no queremos decir que sí. Con lo fácil que es soltar un “NO”. Además, la gente respeta más a aquellas personas que saben fijar unos límites.

No hay comentarios:

Publicar un comentario