La verdad sobre los embutidos como el jamón y la salchicha

Los embutidos como la salchicha y el jamón forman parte de la alimentación diaria de las personas, en especial de la alimentación de los niños, ya que son productos con mucho sabor y que se consideran "saludables" para la mayoría de las personas. Pero, ¿realmente son saludables los embutidos?

Composición de los embutidos

Para muchas personas los embutidos son un tipo de carne, como cualquier otra, que incluyen como parte de su alimentación cotidiana para botanas, como complementos de alimentos, etc. Sin embargo, aunque los embutidos sí son carne (de pavo, de cerdo o de res), la carne que se incluye en estos alimentos no es pura y no se compara a un filete de carne, por ejemplo.

Los embutidos son un conjunto de productos de desechos de la carne que son molidos y concentrados en un alimento al que llamamos salchicha, jamón, chorizo, o algún otro tipo de embutido. Cuando un animal es procesado para obtener su carne y después distribuirla como alimento, las vísceras y otros órganos quedan como productos de desecho, los cuales se venden a otros productores de embutidos que muelen todo junto, a veces combinados con harinas para dar una mejor consistencia, y forman embutidos.

Debido a que muchas veces los embutidos se almacenarán por largos periodos en refrigeración, a los embutidos se les añaden conservadores como las sales para mejorar su conservación.

Nutrición de los embutidos

Debido a que los embutidos provienen de la carne de los animales, es cierto que contienen una alta cantidad de proteína, aunque además de la proteína, contienen mucha grasa saturada, químicos y azúcares, que no son de la mejor calidad.

La proteína es un nutrimento (nutriente) importante para una correcta nutrición, sin embargo, obtenerla de alimentos poco saludables puede afectar más la salud, que beneficiarla.

Adicción a los embutidos

Coloquialmente se dice que algunos alimentos son adictivos. Éste término se debe a que el cerebro se acostumbra a ciertos sabores que después son difíciles eliminar. En el caso de los embutidos, el problema es que tienen un sabor fuerte y agradable por la grasa y los azúcares añadidos, por lo que posteriormente es difícil saciar el antojo por ese alimento con alguno más saludable y con menos productos añadidos.

Los embutidos no son los alimentos más saludables, por lo que comerlos de vez en cuando puede no hacer daño, pero no deben de ser alimentos que se incluyen en una alimentación habitual y diaria.