Aunque mientras más crujientes son más deliciosas, la ciencia acaba de comprobar que las papitas fritas también son más dañinas y adictivas si se consumen muy tostadas y en grandes cantidades.
En general, los alimentos más adictivos son los menos recomendados en una dieta saludable, y lamentablemente las deliciosas papitas fritas no son ajenas a esta tendencia.
Además de su origen tan particular y la advertencia de los médicos sobre los riesgos de consumirlas en exceso, ahora la ciencia comprobó que cuando se cocinan a temperaturas muy elevadas se acelera el proceso de envejecimiento vascular, anticipando la rigidez de las arterias que provoca hipertensión y problemas de memoria similares al Alzheimer.
Según la más reciente investigación de la Academia Nacional de Farmacia, en Francia, todos los alimentos ricos en almidón como las papas, los cereales y el café generan componentes tóxicos cuando se someten a elevadas temperaturas de cocción.
Eric Boulanger, experto biólogo que dirigió el estudio, asegura que las partes quemadas de las papitas fritas, el pan tostado, las galletas y el café, entre otros alimentos ricos en carbohidratos, contienen una sustancia cancerígena y neurotóxica llamada Acrilamida.
Ya no refiriéndose a las grasas saturadas que dañan la salud sino a los resultados de esta nueva investigación, los científicos recomiendan una vez más cocinar los alimentos ricos en almidón con agua, al vapor o en el microondas para proteger la salud, y evitar la pérdida de la memoria y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
¿Por qué son tan adictivas?
Tobías Hoch, investigador de la Universidad de Erlangen-Núremberg, en Alemania, dice que en términos científicos la adicción a la comida se le conoce como Hiperfagia Hedónica, que describe lo que le sucede a una persona que tiende a comer en exceso no por hambre sino por placer.
Asegura que resulta muy difícil comer papitas fritas en raciones limitadas, pues este tipo de alimentos activan la región del cerebro relacionada con el placer y la recompensa, y más tarde a la adicción.
El sistema de recompensa del cerebro es el responsable de generar adicción, porque media las respuestas de condicionamiento a los estímulos generando la sensación de placer. Y cuando el estímulo es excesivo, se genera la dependencia.
El experto aclara que hay personas más sensibles que otras, por lo que el sistema de recompensa se activa en el cerebro en mayor o menor grado cuando comen alimentos adictivos como las papitas fritas.
Aunque en este sentido no todos tenemos la misma predisposición, advierte el investigador que es una condición bastante generalizada, que podría convertirse en un factor clave para la moderna epidemia de sobrepeso y obesidad.
En general, los alimentos más adictivos son los menos recomendados en una dieta saludable, y lamentablemente las deliciosas papitas fritas no son ajenas a esta tendencia.
Además de su origen tan particular y la advertencia de los médicos sobre los riesgos de consumirlas en exceso, ahora la ciencia comprobó que cuando se cocinan a temperaturas muy elevadas se acelera el proceso de envejecimiento vascular, anticipando la rigidez de las arterias que provoca hipertensión y problemas de memoria similares al Alzheimer.
Según la más reciente investigación de la Academia Nacional de Farmacia, en Francia, todos los alimentos ricos en almidón como las papas, los cereales y el café generan componentes tóxicos cuando se someten a elevadas temperaturas de cocción.
Eric Boulanger, experto biólogo que dirigió el estudio, asegura que las partes quemadas de las papitas fritas, el pan tostado, las galletas y el café, entre otros alimentos ricos en carbohidratos, contienen una sustancia cancerígena y neurotóxica llamada Acrilamida.
Ya no refiriéndose a las grasas saturadas que dañan la salud sino a los resultados de esta nueva investigación, los científicos recomiendan una vez más cocinar los alimentos ricos en almidón con agua, al vapor o en el microondas para proteger la salud, y evitar la pérdida de la memoria y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
¿Por qué son tan adictivas?
Tobías Hoch, investigador de la Universidad de Erlangen-Núremberg, en Alemania, dice que en términos científicos la adicción a la comida se le conoce como Hiperfagia Hedónica, que describe lo que le sucede a una persona que tiende a comer en exceso no por hambre sino por placer.
Asegura que resulta muy difícil comer papitas fritas en raciones limitadas, pues este tipo de alimentos activan la región del cerebro relacionada con el placer y la recompensa, y más tarde a la adicción.
El sistema de recompensa del cerebro es el responsable de generar adicción, porque media las respuestas de condicionamiento a los estímulos generando la sensación de placer. Y cuando el estímulo es excesivo, se genera la dependencia.
El experto aclara que hay personas más sensibles que otras, por lo que el sistema de recompensa se activa en el cerebro en mayor o menor grado cuando comen alimentos adictivos como las papitas fritas.
Aunque en este sentido no todos tenemos la misma predisposición, advierte el investigador que es una condición bastante generalizada, que podría convertirse en un factor clave para la moderna epidemia de sobrepeso y obesidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario