Una parte del cuerpo que enorgullece a las mujeres porque es símbolo de femineidad son sin duda las mamas o pechos y ello se refleja en la cantidad de cirugías plásticas que se realizan año con año con el fin de aumentarlas, disminuirlas o reconstruirlas.
Además las mamas son el medio para alimentar a los hijos e hijas durante su primer año de vida, pero lamentablemente, en muchos casos, el cáncer de mama se presenta y no solamente se ha convertido en la segunda causa de muerte entre las mujeres, después del cáncer cervicouterino, sino que su tratamiento y control afecta psicológica, emocional y socialmente a quienes lo padecen.
Este cáncer a diferencia de otros, es totalmente detectable y puede prevenirse a tiempo si la mujer está bien enterada de sus síntomas y mantiene un programa permanente y sistemático de autoexploración, a partir de los 20 años.
Entre los factores de riesgo que se presentan con mayor frecuencia están:
Los genéticos, ya que si se tiene una madre o hermana con la enfermedad, es más factible desarrollarla.
La edad, ya que se presenta con mayor incidencia después de los 45 años y posterior a la menopausia, lo que permite el uso de terapias hormonales con mucho éxito.
Los antecedentes gestacionales, ya que es más frecuente en mujeres que tuvieron su primer hijo después de los 30 años o que nunca engendraron.
Los antecedentes de salud, porque las que ya tuvieron cáncer en un seno, están más propensas a desarrollarlo nuevamente.
Los antecedentes de desarrollo sexual. Las mujeres que presentaron menstruación temprana o menopausia tardía tienen más probabilidades que otras de presentarlo.
El estilo de vida y factores ambientales ya que existen muchas sustancias cancerígenas que favorecen su desarrollo, entre ellas las que contiene el tabaco.
Aunque el dolor de las mamas y la presencia de bolitas o tumores es algo que siempre intranquiliza a todas las mujeres, estos síntomas no necesariamente son signo de cáncer y en la mayoría de los casos las afecciones que se presentan son benignas, sobre todo durante la adolescencia, sin embargo es el médico y a través de algunos estudios el que puede descartar la existencia de un cáncer.
La presencia de bolitas o tumores en las mamas suelen estar estimuladas por hormonas como la progesterona y los estrógenos.
Fuente: esmas.com
Además las mamas son el medio para alimentar a los hijos e hijas durante su primer año de vida, pero lamentablemente, en muchos casos, el cáncer de mama se presenta y no solamente se ha convertido en la segunda causa de muerte entre las mujeres, después del cáncer cervicouterino, sino que su tratamiento y control afecta psicológica, emocional y socialmente a quienes lo padecen.
Este cáncer a diferencia de otros, es totalmente detectable y puede prevenirse a tiempo si la mujer está bien enterada de sus síntomas y mantiene un programa permanente y sistemático de autoexploración, a partir de los 20 años.
Entre los factores de riesgo que se presentan con mayor frecuencia están:
Los genéticos, ya que si se tiene una madre o hermana con la enfermedad, es más factible desarrollarla.
La edad, ya que se presenta con mayor incidencia después de los 45 años y posterior a la menopausia, lo que permite el uso de terapias hormonales con mucho éxito.
Los antecedentes gestacionales, ya que es más frecuente en mujeres que tuvieron su primer hijo después de los 30 años o que nunca engendraron.
Los antecedentes de salud, porque las que ya tuvieron cáncer en un seno, están más propensas a desarrollarlo nuevamente.
Los antecedentes de desarrollo sexual. Las mujeres que presentaron menstruación temprana o menopausia tardía tienen más probabilidades que otras de presentarlo.
El estilo de vida y factores ambientales ya que existen muchas sustancias cancerígenas que favorecen su desarrollo, entre ellas las que contiene el tabaco.
Aunque el dolor de las mamas y la presencia de bolitas o tumores es algo que siempre intranquiliza a todas las mujeres, estos síntomas no necesariamente son signo de cáncer y en la mayoría de los casos las afecciones que se presentan son benignas, sobre todo durante la adolescencia, sin embargo es el médico y a través de algunos estudios el que puede descartar la existencia de un cáncer.
La presencia de bolitas o tumores en las mamas suelen estar estimuladas por hormonas como la progesterona y los estrógenos.
Fuente: esmas.com
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